domingo, 22 de febrero de 2009

LOBO SOLITARIO

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Al amanecer un nuevo día y con la escasa luminosidad del crepúsculo, el depredador sale de su guarida y avanza con sigilo por terreno conocido. En el punto y hora convenidos espera a su compañero de caza... que finalmente no aparece.

Lejos de acobardarse, la soledad acentúa su instinto depredador... Tendrá que poner mil ojos y agudizar el olfato y el oido. La jornada será larga.

Decide partir raudo en busca de su nueva presa a una zona desconocida. Marcha ligero al trote y en permanente alerta mental, intentando pasar desapercibido. ¡El peligro acecha en cualquier claro!

Para no poner en riesgo su descanso y el de los suyos, suele procurarse el sustento alejado de sus zonas de refugio. Como norma, huye de los lugares habitados por el hombre y esquiva las pistas más fáciles, pero hoy ha de hacer una excepción; la distancia es larga y tiene que llegar con tiempo suficiente.

Con el sol a media altura y cerca ya de su destino, atisba desde la distancia lo que parece ser un magnífico ejemplar. Se detiene, observa a su alrededor y calibra el posible riesgo... ¡Ya huele a carne fresca! ¡Será su presa!

Se acerca lentamente, casi reptando, apoyándose sobre las almohadillas en las que amortigua sus poderosas garras. Sin el más mínimo ruido... apenas dejando fluir su respiración... vibrando con cada latido de su potente corazón...

Ya próximo, espera agazapado entre la maleza el instante adecuado. Lo tiene delante... imponente... un buen macho... ¡Ahora o nunca! ¡No se escapará!... Iniciando una veloz carrera que pone en huida a su rival, salta con toda su fuerza a hincarle los colmillos en el cuello. ¡Golpe certero! Ha trincado carne con toda la ferocidad de sus mandíbulas. Ya no hay marcha atrás.

Sin detener su carrera y con violentos zarandeos, la pieza se resiste con mayor bravura de la esperada, obligándole a poner hasta el último músculo en tensión ¿Tendrá que desistir? ¡Ni pensarlo! Aún con las fuerzas al límite y el corazón a toda máquina, el lobo resiste como puede...

...Hasta que la presa comienza a ceder. Poco a poco se ha ido debilitando y, al cabo de la despiadada y esteril lucha, ya derrotada, se convulsiona todavía con fuerza, con nobleza, para entregarse finalmente a su depredador que consigue un momento de gloria.

... Así me "merendé" hoy el Monte Xalo...

Y aquí está mi trofeo:

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre me hará gracia la voz que pones cuando grabas algo en vídeo, jeje

Tremendo atracón que te metiste, una gran hazaña =D

Unknown dijo...

Así que lobos... qué grasioso, omá. De casta le viene al galgo, para que luego digas.

Bonito vídeo.

Anónimo dijo...

Lobo soitario , ahora solo te queda poner tu experiencia a disposición de la manada para que esa pieza no se nos atragante.
Espero que sea pronto y confiamos en tus sabios consejos.
Ah¡. Por cierto , ese coche que sale en el vídeo no es el tuyo?....je,je

Anónimo dijo...

Tu vales mucho
Ey Carballeira
Tenemos lo que nos merecemos