domingo, 30 de noviembre de 2008

Nunca fuimos héroes


Viernes 28 - 22.30 h.
Riiing ... Riiing ...
- Mercedes: ¿Diga?
- Jose Mª: Llamo para quedar con Miguel mañana a las 9 en el mismo sitio de todos los sábados.
- Mercedes: ¿Pero vais a salir? ¡Con la que está cayendo!
- Jose Mª: A estas alturas no nos vamos a asustar por un poco de lluvia. ¡Por supuesto!
- Mercedes: Bueno... Miguel está de cena con unos amigos. Lleva el móvil, pero no te preocupes que ya se lo digo yo.
Riiing ... Riiing ...
- Miguel: ... Dime ...
- Mercedes: Oye, que ha llamado Jose Mari para quedar contigo mañana para salir en bici.
- Miguel: ... Mmm ... supongo que después de cenar nos iremos a tomar algo. Lo más probable es que me acueste tarde, y con este tiempo no es nada apetecible ir al monte. Quizá sea mejor dejarlo para la semana próxima. Voy a hablar con él.
- Mercedes: No te preocupes que ya se lo explico yo, que de esta manera y sin dormir no podéis salir. ¡Estaríais locos!.
... / ...
Riiing ... Riiing ...
- Mercedes: Ya se lo he dicho, ¿sabes lo que ha refunfuñado? Que cuando no es por una causa es por otra. Que este mes ya llevas dos faltas y que vas a terminar por dejar de salir.
- Miguel: La vez que falté hace dos semanas fue porque no estaba en Coruña. Voy a llamar a Carlos a ver lo que le ha dicho a él.
Riiing ... Riiing ...
- Miguel: Jose Mari dice de salir mañana; ¿tú cómo lo ves?
- Carlos: La predicción para mañana es de chubascos fuertes con ráfagas de viento y riesgo de tormentas, pero podemos intentarlo.
- Miguel: Este hombre es algo especial. Con 69 años que tiene, y dos mozalbetes como nosotros no somos capaces de dejarlo atrás.
- Carlos: Si, parece que tiene un pacto con el diablo. Ya me gustaría a mí estar como él dentro de 20 años. Pero ... ¡es lo que hay!
- Miguel: Pues no nos vamos a rajar ahora. Mañana, mismo sitio, misma hora.
- Carlos: De acuerdo. Hasta mañana.
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Sábado 29 - 09.00 h. - Temperatura: 6º C - Punto de reunión en la Ciudad Vieja
- Carlos: ¡Buen día! ... Puntuales, como siempre.
- Miguel: Mucho guerrillero junto veo a estas horas de la mañana.
- José Mª: Está el cielo tan cubierto que parece de noche. Pero ya veréis como vamos a necesitar gafas de sol.
- Carlos: No me cabe ninguna duda. Además, llevando chubasquero esta lluvia ni se nota.
- Miguel: Yo he dormido poco más de tres horas, pero estoy como una rosa.
- José Mª: Ya verás como te despejas enseguida. ¡Qué! ¿Empezamos?
- Carlos: Cuentakilómetros a cero y ¡en marcha!
... Frío, lluvia, calles vacías de gente, viento, semáforos solitarios, el autobús de la línea 4, algún vehículo rodando ... Salimos de la ciudad por el campus universitario y, ya por pistas de tierra, bordeamos el Castro de Elviña.
- Miguel: ¡Ahora empieza lo bueno!
- Carlos: Ya decía yo que hasta con un día así se podía disfrutar ...
- José Mª: ... Mira, mira, ... si hasta parece que en la dirección en la que vamos quiere abrirse algún claro.
- Carlos: Si, Si, ... "Claro de luna".
- Miguel: Ahora mismo debe de estar nevando por la Cuesta de la Sal.
....Más frío, más lluvia, más viento, charcos, barro, piedras, algún sendero convertido en arroyo, ramas cruzadas ... Ya a la altura de la Zapateira, dejando a nuestra derecha el barrio de Novo Mesoiro.
- Carlos: Por momentos esto parece una pista de patinaje.
- Miguel: Procura pisar por lo duro, que se te hundirán menos las ruedas. ¡Ojo con las caídas!
- José Mª: Con la lluvia no veo la pantalla del GPS y me resulta difícil saber si vamos por buen camino.
- Miguel: Olvídate del GPS y tira por el camino que veas más claro, ya saldremos a algún sitio reconocible.
... Subidas, bajadas, bosque, prados, la lluvia cede para volver a arreciar al poco tiempo. El viento también hace de las suyas. La visión se reduce. Varios intentos fallidos con marcha atrás. ¡Lo estamos pasando de lo lindo! ¡Quién podría decir que a pocos kilómetros de Coruña pudiera sentirse esta soledad! ¡Estamos en medio del monte! ¡Esto hay que contarlo! ... pero ...
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Nos paró ... el granizo ... en Feáns
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sábado, 29 de noviembre de 2008

JURAMENTADOS


En la noche del 28 de Noviembre, cuatro valerosos caballeros a saber: D. Pablo de la Real Maestranza, D. Victor de Astorga, D. Julio César de Salamanca y D. Miguel de Artabria -a los que por ventura ha de unirse un quinto (D. Jaime de Alcalá de Henares) si consigue hacerse con el modo de sujetar sus calzas por encima de la cintura y superar sus recelos iniciales- sellaron un pacto solemne, con plazo de realización durante el declive de la próxima primavera, consistente en acometer en todo su recorrido el Camino de los Peregrinos a Compostela con inicio allende el Pirineo.
Utilizarán como medio de locomoción un nuevo y sorprendente artilugio apodado "mountain bike", que ya algunos califican de invento del diablo, destinado a sustituir en un futuro lejano a sus valerosas monturas, dado que, según relatan las crónicas, no come, ni bebe, ni se cansa.
Para ello se comprometen a remover todos los obstáculos y eliminar las cortapisas que surjan en el camino hacia tan noble fin, superando cuitas y temores (y por ende, los de sus celestiales féminas) y haciendo acopio de los medios y material necesarios.
Dado el especial momento de euforia en que se produjo el pacto, estando afectado algún que otro caballero por al menos cuatro birras y otros tantos grolos de buen Rioja, bien alimentados todos, se hace imprescindible la plasmación por escrito del mismo y su exposición al veredicto público. Sirva este manuscrito para tal fin.
Que las lluvias del Otoño y los fríos del invierno no marchiten esta expresa y decidida voluntad, y que vuelva a reverdecer con nuevos bríos al alborear la próxima primavera.
Doy Fe




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Estoy aquí porque ya he llegado


¡AGOTADO!
Así me he quedado después de este parto. No pensé que uno se podía comer el coco de esta manera para presentarse en sociedad.
El caso es que ya estoy aquí para dar la lata al personal, mi verdadera especialidad. Prometo afeitarme las púas, pero lo que no puedo evitar es que me vuelvan a crecer. Es algo que va con la naturaleza del Erizo que llevo dentro.
Pablo, gracias por orientar mis primeros pasos. Ya ves que tu esfuerzo no ha producido todavía grandes resultados, pero espero llegar a sorprenderte.
A los que tengáis curiosidad por entrar aquí de vez en cuando, si en algo suscito vuestro interés, os agradeceré alguna opinión, crítica o comentario. Me darán ánimo para seguir incordiando.
¡Ya está! ¡Por fin! ¡Lo hice!